VAAAAAAAAAAAGO

Así es cómo me siento respecto al blog este año; no será que tengo menos cosas que contar que el pasado, que también, o que tenga menos tiempo, una falacia... Siempre he dicho que soy una persona de frío; soporto mucho mejor el frío que el calor, que me afecta de la misma manera que los dichosos antihistamínicos que me hacen más lento que un perezoso y con más sueño que la bella durmiente viendo Redes. Un poema, oiga.
Si no digo nada de viajes, etc. es porque no tengo material gráfico; claro, puedo decir que he estado en el Obelisco de Washington o en el Jefferson memorial, pero sin pruebas es como si dijese que he estado en Venus, una cuestión de fe, algo de lo que no andamos muy sobrados en estos tiempos.
Así pues seré práctico y comentaré que, por fin, el domingo 3 de mayo Panamá irá a las urnas... nunca creí que este día llegaría; cuando puse mi pie por primera vez en este bizarro país ya había carteles de Varela, Martinelli y Balbina por todos los lados, y eso que faltaban 5 meses para las elecciones.
El proceso, buf, no puedo poner calificativos, lo definiré simplmente como sorprendente visto desde el punto de vista europeo y desde el punto de vista práctico como amateur. La cosa está entre Martinelli, el hombre más rico del país, dueño de una cadena de supermercados a los que se apuntan como cómplices de la subida del precio de la canasta básica y que ha invertido una cantidad de dinero obscena en la campaña, y Balbina, una señora que si bien sí tiene un pedigrí político, lo cierto es que tiene también un pasado que para muchos resulta algo turbio.
NO sé en qué quedará la cosa, pregunto a panameños y todos tienen una opinión respetable y razonable; en lo que coinciden todos es en la decepción y hasta cierto punto hartazgo de su clase polítca; está visto que en todos los sitios cuecen habas.
Yo les repito, me da igual quien gane siempre y cuando se respete la voluntad del pueblo panameño y sea éste el que salga ganando. Si eso ocurre, que gane el que sea, pero que reaccione.