Maldito Erasmus o por qué no pudo ser Estocolmo
Desde que tuve uso de razón pensé que tenía seguras dos cosas en la vida: ser profesor (ya ni de coña) y visitar Suecia... debió ser a golpe de canción que la segunda de las ideas sí que se consolidó en mi cerebelo (Cardigans siguen siendo un grupazo, se mire por donde se mire).
Mi idilio con Estocolmo comenzó hace mucho, pero sólo en mi cabeza, la semana pasada, tras mucho tiempo de espera, finalmente pude consumar la relación y el resultado fue tremendamente satisfactorio... Como diría aquél la espera mereció la pena... y tanto.
A mediados del penúltimo año de carrera todo el mundo comenzó a hablar de hacer el último año de carrera en el extranjero, la idea me sedujo y ahí que me lancé... mis opciones (todavía me acuerdo, "sólo" rellené 6) fueron en este orden Estocolmo, Rotterdam, Belfast, Nantes, Toulouse, y Perpignan pero vamos que si no me daban una de las tres primeras complicado sería irse, mi francés no daba para mucho (ahora con el tiempo he comprendido que daba para bastante más de lo que les da a muchos que se van sin tener ni pajolera idea y vuelven igual, en fin, algún día eso cambiará).
Finalmente fui aceptado en Estocolmo junto con otro chico, pero cuando estábamos haciendo los papeleos según comentaron desde la Universidad de Zaragoza, finalmente no nos admitían por problemas que habían surgido a última hora... la cosa es que verdad o no, nos lo creímos, la segunda opción de ambos rechazados era Rotterdam, y sólo quedaba una plaza, así que finalmente le dije que se fuese él allí y yo a Belfast.
No me arrepiento de haber tomado esa decisión, faltaría más... pero cada segundo de la visita pensaba que por qué no habría salido todo bien al final... habría disfrutado mucho esa ciudad.
Mañana fotos. Por ahora os dejó con la gran Tori Amos cantando un tema que seguro muchos conocéis:
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