Fines de semana... ¿tranquilos?
Retomamos el hilo para situarnos exactamente el viernes 17 de julio; justo un fin de semana que espera ansioso para descansar un poco... en aquél momento no podía imaginar lo engañado que estaba; resulta que ese mismo día llegaron desde San José Nuria y César, unos amigos de Eva que están disfrutando de la misma beca que ella, pero en Costa Rica.
Eva, que es una gran anfitriona, planeo todo un fin de semana intenso de tal manera que yo, me iba uniendo en ciertos momentos; así pues dió tiempo de que vieran todo lo que la ciudad puede dar de si y un poco más; el sábado nos lo pasamos en la playita y eso que el día no acompañó demasiado. La lluvia nos respetó pero las nubes tampoco dejaban brillar al sol panameño tal y como él sabe (no es que me importe demasiado, la verdad). Salir un poquito para completar el día y a la cama.
El domingo, mientras ellos pateaban la ciudad y el Canal, María me enseñaba los famosos No me olvides de La Inmaculada, un postre patentado y todo que alimenta más de lo que lo hacen los pequeños pero deliciosos sandwiches que ahí preparan. Para terminar el fin de semana un cine, que nunca viene mal; Duplicity.
El fin de semana pasado sin embargo cumplí todos mis objetivos en cuanto a horas de dormir con creces... madre mía, si echo cuentas parezco un gato! Pero como no sólo de sueño vive el hombre el domingo nos fuimos María, Eva y yo a un centro de observación de animales cerca de Gamboa, a unos 30 kms. de Ciudad de Panamá. El sitio bien bonito, la gente allí, sorprendentemente bien preparada pero, como no fuimos al punto del alba, tampoco vimos demasiados pájaros (en este país los aficionados a la observación se pueden poner las botas, realmente) pero queda pendiente una visita a primera hora para poder disfrutar del sitio en plenitud.
Terminamos comiendo algo rapidito en el hotel de Gamboa (vaya sitio de lujo, lujo, no lujo cutre que tanto abunda por aquí) y a recargar pilas.
Total, que ya me hacía falta poder descansar de las vacaciones (eso suena raro, verdad??) y el lunes pasado, por primera vez en mucho tiempo me pude despertar tranquilo y descansado, algo que parece una tontería, pero que agradecemos infinitamente aquellos que tenemos muuuuuchos problemas de insomnio.
Hoy Panamá me ha despertado con una tormenta eléctrica desde las 4 de la mañana con el consiguiente caos para ir en carro a trabajar... atascos, charcos, árboles caídos... un poema... pero nada que no cure un fin de semana en Santa Catalina con Eva, Davi, sus papis y el Pacífico esperando nuestras inmersiones... no sé por qué me da que este lunes no estaré tan descansado... o sí??
Saludos!
Aquí, lo último de SEB, Heartbreak make me a dancer; ojo que es pegadiza!