¿Qué Copenhago aquí?... Ahora también panamaño

Aventuras y paranoias de un maño exiliado en la glacial Dinamarca y que ahora buscará fortuna a la orilla de los mares del sur

sábado, 22 de marzo de 2008

De viaje

Pues por fin llegó el gran día, y, sin que la persona que no tenía que saberlo se diese cuenta, cambié el día 19 Copenhague por Zaragoza...
El día empezó, como el anterior, muy pronto, a eso de las 4 de la mañana, para salir a coger el metro a las 5.15 y caminar bajo la nieve, que se presentó sin previo aviso, así que enseguida me tuve que poner en marcha con más abrigo del que tenía pensado... ¡Caminante no hay camino!

Al final, tras retrasos, carreras por aeropuertos, cambios de bus, metro, cercanías y más llegué a mi destino donde me esperaban. Ver a la familia, hablar muuuuucho, ver a los amigos, darnos el gustazo de esas cenorras que nos dábamos antaño, meterme un poco con Paula, Amparo o Marta; reírme de las peripecias de Bea, descubrir pequeños nuevos detalles en las casas de Bea y Miguel o Pili y Fernando, interrogar a Amparo (la otra exiliada) y María, animar a Miguel Ángel de cara a su proyecto, planear hipotéticos viajes, poner cara de póker cuando me preguntan por mi futuro, ver a Ana tras su vuelta de Ávila, pegarme un buen desayuno en el Mombasa o la Repu y coger mucho sol mientras deambulo si rumbo por el Casco mirando las tiendecitas que van surgiendo y dan un poco más de vida al que hasta hace poco era uno de los barrios más marginales de la ciudad y que siempre ha sido mi favorito para, si algún día me lo pudiera permitir, tener una casa.
Mucho que hacer y poco tiempo, por ahora voy cumpliendo con la agenda y, pese al cierzo, la ciudad me ha recibido con los brazos abiertos; se nota que se está poniendo guapa para el verano cuando debería ser el centro de atención para muchos por la famosa Expo; si sirve para que alguien la descubra como algo más que una ciudad de paso entre Madrid y Barcelona y como el lugar donde está El Pilar, todo ese dinero invertido bien valdrá la pena... ya lo dijo aquél, Paris vaut bien une messe...

martes, 18 de marzo de 2008

Otra tormenta perfecta

Pues sí, ayer día 17 de abril amaneció radiante, soleado y perfecto, como había sido todo el fin de semana anterior en Copenhague... ¡qué poco tardan las cosas en cambiar!
Celebramos el cumpleaños de nuestro consejero y el panorama cambió de forma radical... al principio unos pequeños copos tímidos a eso de las 11 de la mañana, lentos pero seguros, constantes e incesantes así hasta las 23 de la noche... El suelo se fue transformando paulatinamente en una alfombra blanca de las que soñamos casi todos los niños españoles de pequeños, será por aquello de no ver la nieve con mucha frecuencia.
La vuelta del trabajo a casa fue una Odisea, con mayúsculas, como la de Homero y su Odiseo. La calle resbaladiza, también los pedales de mi bicicleta. Las luces bien encendidas, que no sea por no hacerme notar que tenga un disgusto. Para colmo, como siempre, el cierzo, o su versión danesa, que hiela la sangre y los pensamientos y bamboleaba los copos sin ton ni son pero directos a mis ojos... así las cosas decidí tomar la ruta más larga pero menos transitada... y con más charcos, eso lo aprendí ayer mismo.
Llegar a casa calado, agotado física y espiritualmente pero con una sonrisa boba que no puedes borrar porque el panorama desde tu ventana es navideño pero 3 meses más tarde.
No hay tiempo que perder, en nada vienen visitas a cenar a casa... una tortilla, un poco de picoteo, un revuelto de gambas y lo que hay a mano y voilà preparado para cenar, charlar y beber algo de vino con la tranquilidad del que se sabe habitante de su cálida morada que no abandonará más que para despedir a las polares compañías que este día ventoso y nevoso ha traído.
Hoy por tí, mañana por mí. La próxima en vuestra casa cuando hayáis vuelto de Islandia
¡Qué pena que no hubiese ninguna cámara de fotos para inmortalizar la Rådhus plads, hoy o Florensvej ayer por la noche, o la niebla de la playa de Amager el domingo!

PD. Acabo de leer que Anthony Minghella ha muerto... en su honor el trailer de una de las películas más impresionantes de su año y su filmografía... con escenas que quitan el aliento.

miércoles, 12 de marzo de 2008

Bruselas I

Por fin, el azar quiso que volviese a Bruselas exactamente 3 años después de mi breve estancia en Lille. En aquella ocasión sólo estuve un día, estancia corta pero suficiente para que me llevara una muy buena impresión. Entonces visité Bruselas y Lovaina, esta vez fueron Bruselas y Brujas.
Para empezar con buen pie llegué un poco tarde al aeropuerto... olvidos tontos de última hora, allí estaban ya haciendo cola mis compañeras de viaje, Gemma, María y adicionalmente Emilia. Íbamos muchos pero a la hora de la verdad cada uno iba a dormir en un sitio distinto. Tras un vuelo movidito llegamos al aeropuerto donde nos esperaban Nuria y Eduardo con su coche (¡qué majo!), ir a las casas, dejar las cosas y corriendo a cenar... y ¡vaya cena! un filete de carne argentina sangrante, como a mi me gusta, no hay palabras, sólo de pensarlo me pongo a salivar cual perrillo de Pavlov.
Tras esto, estando en el país de las cervezas, Nuria nos llevó a un sitio con una carta de 2.004 cervezas... como estábamos reventados tampoco hicimos mucho, además el sitio estaba bastante lleno y el ambiente cargadito, pero ante tanta variedad etílica creo que llega un momento en el que el ser humano se bloquea y no sabe cómo seguir, al menos así me sentí yo, pensando por dentro "joer, si sólo quiero una cañita, una ámbar vamos".
Para casita de Nuria, quien me acogió y me trató como un rey en todo momento (muchas gracias, Nuri, la verdad es que tampoco podía esperar lo contrario, ya durante el máster todos te calamos enseguida y vimos que eres tan maja... ¡como fiestera!!!). Eso me enseñó una vez más, que la vida no es justa... ¡vaya casitas majas las bruselanas, y sobretodo, por precios razonables!
El día siguiente fue todo patear y más patear, Gemma, María, Luis Ja (un ex-copenhago, mi antecesor y anfitrión de María), Eduardo (anfitrión de Gemma) y un servidor... la ciudad preciosa, con buen tiempo (es decir sólo nublado pero sin llover). De todos modos lo mejor estaba por llegar... por la noche había actividades organizadas en los diferentes museos y con Nuria y un par de amigos nos fuimos a Bozar donde había una exposición de Klee, muy apreciado por Nuria, y luego de 1 a 3 un DJ en una de las salas... bueno... nunca vi tanta gente en un museo jajaja, una pena los precios, pero viniendo de Copenhague no era nada exagerado; lo que peor me sentó fue que dejaran de servir cerveza... en fin. El ambiente genial, la música estupenda y la compañía inmejorable; además había por ahí una serie de personajes bastante curiosos, el cuarentón trasnochado de espíritu joven y adicto al techno, algún pijín, alguna glamour girl y algún borrachín.
Llegar tarde a casa para tener que estar a las 10.30 en casa de Eduardo, recoger a Gemma, ir a la estación central, quedar con Harish, el informático de Bruselas, coger el tren a Brujas y pasar el día en una ciudad sacada de un cuento de hadas, con canales, torres, gofres y turistas.
Las fotos en otra ocasión las subo, por ahora conformaros con un video de otra ciudad de cuento de hadas, aunque la gente no la conozca, IMPRESIONANTE Teruel, al mal tiempo, buena cara:

miércoles, 5 de marzo de 2008

Magnolia en Copenhague

4-03-2008, Copenhague, a unas horas de celebrar la cincomarzada otra vez, en el exilio, tras una larga jornada laboral... humedad relativa del x% y temperatura de 0º, como en la película, todo los enredos, encuentros y sensaciones culminan con una tormenta, pero en esta ocasión de nieve... los personajes tras haber tocado fondo tienen oportunidad de un nuevo comienzo.

El testimonio gráfico de la nevada:

Y los efectos todavía se notaban esta mañana en Florensvej:
Llamadme masoquista, pero no cambio esto por las temperaturas de más de 30 grados.
PD: El finde en Bruselas y Brujas fue, quizás, el mejor hasta la fecha, gracias por hacerlo posible, Nuria. El testimonio gráfico está al caer.
Video... la voz de Aimee Mann en la Banda Sonora pocas veces sonó mejor que en "Save me" la canción que, si hubiese justicia universal, le habría valido un Oscar, si es que eso sirve para algo. El hecho de que se lo diesen a Phil Collins por You'll be in my heart, de la película de Disney, Tarzán... dice mucho de la Academia, para bien o para mal cada uno verá. Yo lo tengo muy claro.